domingo, 27 de noviembre de 2016

Roma no paga traidores 2

Cápitulo 2: Ya habiendo llegado a Pompeya, Claudia y yo, decidimos ir esa misma noche al teatro. Durante la obra un hombre empezó a gritar como si se asfixiara y de repente todo el público se escandalizó y salieron corriendo hacia la entrada.
Los guardias que había allí fueron a inspeccionar al hombre que estaba yascente en el suelo junto con "El Griego", llamado así por llevar siempre la vestimenta griega y por su rostro con una abundante barba. Este nos ayudó a averiguar quien era, nos dijo:
-"Se llamaba Siamón, y era egipcio. Había quedado aquí con él, pero me he retrasado."
También me contó que Siamón le traía unos papeles muy importantes, ya que eran la traducción de los jerogrlíficos de una tumba. Y como no los hayamos, me dijo, que tenía que ir con él para recuperarlos.